
El gusano comenzó a difundirse a finales del año pasado e infectó millones de ordenadores, potenciales "esclavos" que pueden responder a órdenes remotas (botnet).
Sus creadores, que no han sido identificados, han empezado a utilizar las máquinas con fines delictivos en las últimas semanas, al cargar más 'software' malicioso en un pequeño porcentaje de los ordenadores bajo su control, informó Vicente Weafer, vicepresidente de Symantec Security Response, el brazo de investigación del fabricante de 'software' de seguridad.
"Se espera que esto sea a largo plazo, que vaya cambiando poco a poco", dijo el experto sobre el gusano. "No va a ser rápido y agresivo".
Fuente y noticia completa: Elmundo.es